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Andes. Perú. Cordillera Blanca. Parque Nacional Huascarán. Reglamento de Uso Turístico. Andinismo, pagos, obligaciones y prohibiciones

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Fernando Rubio en la cara noreste, bajo la arista norte, del Huandoy Este. Al fondo la cara oeste del Chacraraju. Parque Nacional Huascarán. Cordillera Blanca.
Foto Sevi Bohórquez 1988.


Contrato obligatorio de agencias y guías para entrar al PNH

La oficina del Parque Nacional Huascarán (PNH) impone esta temporada la obligación de contratar una agencia de turismo y un guía oficial para la práctica del andinismo en el parque. En Huaraz se considera que esta obligación, más lucrativa que ecológica, se debe a la presión de una parte del sector (o rubro) de empresas turísticas, aunque resulte difícil probarlo.

Quien asistiera en años anteriores a las reuniones de empresarios de agencias turísticas y representantes de guías oficiales con las sucesivas jefaturas del PNH, conocerá el principal argumento para esa imposición. Algunos gerentes de esas agencias piensan que la obligación de contratarlas, incluido guías locales autorizados, erradicará la informalidad; es decir, acabará con la competencia desleal de quienes dan el mismo servicio de manera irregular, más barato, sin garantías para el cliente y sin pagar impuestos a la SUNAT o agencia tributaria estatal peruana. Dentro de este grupo corporativo hay quien opina, además, que tal medida fomentaría el turismo de calidad y acabaría con el indeseado «turismo mochilero».

Carecemos de resultados estadísticos serios que revelen porcentajes favorables a semejante arbitrariedad. Sabemos, sin embargo, que otras empresas del sector turístico (hostelería, alimentación, transporte, etc.) están en contra; la consideran una obligación radical y clasista que beneficiará sólo a unos pocos mientras perjudicará al resto del rubro porque disminuirá el turismo.

En fin, existen puntos de vista tan dispares como la variedad de intereses de los asistentes a las reuniones mencionadas. Reuniones donde apenas se percibe sentido de la empatía, cada cual intenta arrimar a su sardina las ascuas que por derecho corresponden a otros.

La oficina del PNH intentó imponer en años anteriores, e impuso en 2013, lo establecido en su Reglamento de Uso Turístico (RUT) gracias a dicha presión empresarial; salvo a los afiliados a las federaciones de montañismo, porque protestaron.1 Esta temporada la obligación se extiende, sin excepción, a todo andinista y turista que visite el parque.

Los profesionales del andinismo contrarios a la polémica prohibición piden la divulgación mediática de tan negativa medida, además del envío a la dirección del PNH (pnhuascaran@gmail.com) de quejas serias y fundamentadas a través de autoridades y entidades encargadas de velar por el bien común. Todo, en aras de evitar que un Patrimonio de la Humanidad acabe convertido en el patrimonio particular de un grupo que antepone su afán lucrativo a la protección medioambiental, a los derechos de otros empresarios e ignora tanto sobre el andinismo y sus valores.

Notas
Véase carta de la Asociación Aire Puro, de Lima, 29 de Mayo del 2004, a Juan Carlos Castro Vargas Jefe del Parque Nacional Huascarán entonces.

Andes. Perú. Cordilleras Centrales. Nor Yauyos-Cochas. Tunshu Sur. Cara sur. Nueva vía de Pinto y Fonck

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Guy Fonck en la cima del Tunsho Sur o Sureste con las cimas Central y Principal al fondo. Foto Beto Pinto 2014.

Beto Pinto llegó a la cima Central del Tunshu (5560 m) con Rolando Morales el 18 de octubre de 2011. Fue por una vía nueva, la primera en la vertiente sur. Sólo la expedición de la Sección Académica de Munich del Club Alpino Alemán (DAV) había conseguido la misma cima, en 1967. Por la información obtenida tras aquella ascensión, Pinto observó que otra cima situada más al suroeste todavía, con 5420 m en la cartografía alemana, permanecía virgen y, al cabo de tres años, decidió alcanzarla.
Primera ascensión al Tunsho Sur
Por Beto Pinto Toledo

Beto Pinto Toledo (guía UIAGM, de Perú), Guy Fonck (de Bélgica) y Habram Morales (cocinero, de Perú ) partimos, la noche del 3 de junio de 2014, desde la ciudad peruana de Huaraz hacia Lima y La Oroya, con el objetivo de conseguir la primera ascensión a la cima situada al suroeste del Tunsho Central según la cartografía consultada.

Aquella cima considerada virgen, llamada habitualmente Tunsho Sur, es una de las cuatro del nevado Tunsho. Esta montaña del departamento de Junín, está concretamente en la Reserva Paisajística Nor Yauyos Cochas, en el valle de Cochas-Junín, tiene como vecinos al Apu Pariaqaqa y al Antachaire entre otros picos nevados.

Nuestra expedición duraría del 3 al 12 de junio de 2014. El día 3 salimos desde Huaraz con dirección a Lima y la Oroya. Al día siguiente recorrimos el valle de Pachacayo, donde está uno de los puestos de control de la Reserva. Después de unas tres horas de marcha llegamos a Azulcocha. Al final de esta laguna montamos el campo base, a 4520 msnm.

El día 5 exploramos el paso que los criadores de trucha y pastores de Alaca llaman Suicicocha, porque lo cruzan para ir al poblado de Suicicanchas. La hoja 24-l La Oroya del Instituto Geográfico Nacional (Perú) no indica este paso. El mismo día escalamos la arista norte de una montaña al lado sur del paso, con fáciles pasos de 5a (grado UIAA) hasta una cima rocosa de 5200 msnm. Desde esta analizamos el Tunsho y la vía que escalaríamos.

Llevaríamos una cuerda de 8 mm y 60 metros, un cordino de keblar de 5 mm y 55 metros, seis estacas de aluminio y dos tornillos para hielo.

Vía Mel & Lies de Beto Pinto y Guy Fonck en la cara suroeste del Tunsho Sur o Sureste. Foto Beto Pinto 2014.


El 7 de junio, después de tomar un té bien caliente, partí con Guy a la una de la madrugada hacia nuestro objetivo: la cara sur del Tunsho Sur, situado al suroeste del Central. Tardamos dos horas y media hasta el principio de su glaciar, 30 minutos menos de lo previsto. Una vez dentro del glaciar, tras cruzar varias grietas y placas de nieve peligrosas, pudimos avistar la pared sur a las seis de la mañana. La mayor parte del glaciar tenía nieve muy compacta, que nos permitió avanzar con seguridad hasta el principio de la pared, pero esta situación cambiaría antes de llegar a la rimaya.

Escalamos la primera parte de la cara por nieve muy blanda, por una pendiente con inclinación máxima de 50°. Fue duro alcanzar la rimaya, pero aquí empezaron los problemas: su grieta tenía más de cinco metros de anchura. No pensábamos abandonar la ascensión, nos había costado mucho llegar a este punto, así que buscamos en ambos lados y el lugar más lógico para cruzar la grieta estaba en el izquierdo. Tenía conmigo dos tornillos para asegurarme al hielo y monté con ellos una reunión. Una vez asegurado decidí saltar a una repisa de hielo duro. Después de 40 minutos de trabajo limpiando el techo de nieve de la rimaya y protegiendo cada metro, superamos finalmente este tramo.

Continuamos la escalada por más nieve suelta, por esto el tercer largo sería el más complicado. Tras 200 metros de escalada, con pendiente media de 70° a 80° y dificultad general de MD (Muy Difícil, grados UIAA), a las 9:36 de la mañana llegamos a nuestra cima del sureste, más conocida como cima Sur, hasta entonces virgen, del nevado Tunsho. En ella nuestro altímetro-gps marcaba 5520 m, en vez de 5420 m como señala la cartografía alemana.

En el descenso utilizamos cuatro rápeles, todos de cincuenta metros, dos de ellos poco seguros debido la nieve suelta, pero todo fue bien. A las tres de la tarde llegamos al campo base, donde nos esperaba nuestro cocinero Habram. Mientras almorzábamos pudimos ver con claridad, entre los 1000 metros de desnivel que nos separaban de la cima, nuestra nueva vía; llamada, en agradecimiento a nuestras respectivas novias, Mel & Lies.

Fuentes de consulta
Las referencias de fuentes consultables están en Primeras ascensiones al Tunshu Central. Ascensión y nueva vía de Pinto y Morales. Parte I y Parte II

Andes. Argentina. Chile. Los hielos olvidados. Libro de Glauco Muratti

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Los hielos olvidadosPor Glauco Muratti Al sur del Aconcagua, entre las regiones de Mendoza (Argentina) y Valparaíso (Chile), se preserva un sector casi intacto de la Cordillera Principal delimitado por los ríos Juncal, Tupungato y de las Cuevas. Se trata del macizo de Los Gemelos y sus quebradas —Navarro, de los Gemelos, Blanca, Laguna Seca, Vargas— el Arroyo de los Gemelos, los cerros del Potrero Escondido, las quebradas Blanca y Tupungato, los esteros Monos de Agua y Navarro (Chile), los portezuelos y ventisqueros del Plomo. La erosión glaciar ha grabado profundos paisajes. Grandes distancias, altos collados, penitentes y glaciares, fuertes desniveles, ciertas dificultades técnicas, hacen que sea más lo que quede por hacer que lo ya hecho. Lugares sin nombre, vías y cerros sin ascensos, travesías que no han sido intentadas. El montañismo consigue recobrar aquí su espíritu original. Aunque el sitio fue tempranamente visitado por exploradores como Zurbriggen, Reichert, Helbling y Schiller quedó olvidado para la mayor parte de los andinistas.¿Cuándo y cómo se formaron esos paisajes? ¿Por dónde se podrá subir? ¿Alguien lo habrá intentado? ¿Quiénes eran aquellos exploradores? Esta recopilación sobre dicho sector andino es parte de lo que mis compañeros y yo hubiéramos querido saber durante los treinta años que recorrimos esos parajes anónimos. Descarga el libro gratis

Andes. Argentina. Chile. Puna de Catamarca. Cimas vírgenes. Primeras ascensiones

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Sintetizamos aquí diez «probables primeros ascensos» en la zona de la Puna de Catamarca, resultado de exploraciones del Grupo Rosarino de Actividades de Montaña (GRAM) de Argentina. Fueron ascensos sin dificultades «técnicas», condicionados por los problemas «ambientales»: agua potable escasa, aislamiento, altitud, radiación, viento y frío. Los asteriscos /*/ indican que la prominencia de la cima supera los 400 metros sobre sus collados. Las altitudes (entre paréntesis) son estimadas. Véase notas finales.

Posición aproximada de las cimas ascendidas por el GRAM. Imagen Glauco Muratti.


Ascenso a cimas probablemente vírgenes en la Puna Argentino-Chilena
Por Glauco Muratti

Volcán Pirca Redonda* (5440 m) 27° 30'40'' Sur y 68° 26'09'' Oeste. Volcán argentino, la mayor altura de los «Cerros de las Lagunas Frías». Primer ascenso, en marzo de 2008, por Adrián Petrocelli, Juan Pablo Gustafsson, Guillermo Bianchi, Fernando Arranz y Glauco Muratti, desde el collado sur. El nombre se debe a las pircas ancestrales ubicadas en el collado sur.

Volcán Violado (5700 m), en el extremo suroeste de la provincia de Catamarca.
Foto Glauco Muratti 2010.


Volcán Violado o GRAM Bicentenario* (5700 m) 27° 45'20'' Sur y 68° 58'19'' Oeste. Volcán argentino en el extremo suroeste de la provincia de Catamarca. Primer ascenso, en noviembre de 2010, por Andrés Martínez Infante, Guillermo Bianchi, Fernando Arranz y Glauco Muratti, desde el filo norte. Desconocida su denominación anterior, fue bautizado en recuerdo del centenario de la República Argentina y el grupo de montaña al que pertenecen los ascensionistas. Posteriormente se dio con el nombre antiguo.

Volcán Puntiagudo y Lamas* 5960 m 27° 09'09'' Sur y 68° 48'25'' Oeste. Estratovolcán desmantelado fronterizo con Chile en la zona del Nevado Tres Cruces. Primer ascenso, en marzo de 2011, por Franco Filippini y Glauco Muratti, desde el este. Nombre según carta del IGN.

Cerro de Los Grillos 5768 m 27° 09'46'' Sur y 68° 38'02'' Oeste. Fronterizo con Chile, en el cordón Los Arrieros. Primer ascenso, en diciembre de 2011, por Adrian Petrocelli y Glauco Muratti, vía sur. Nombre debido a su proximidad a la Cañada de los Grillos.

Vista al este desde las laderas (5700 m aprox.) del Cerro Puntiagudo y Lamas.
Foto Glauco Muratti. Vista ampliada


Cerro de las Chullpas* 5898 m 27° 07'17'' Sur y 68° 39'47' Oeste. Fronterizo con Chile, la cima culminante del cordón Los Arrieros. Primer ascenso, en diciembre de 2011, por Adrian Petrocelli y Glauco Muratti, por la quebrada de las Chullpas. Nombre debido al aspecto de las torres de roca de la cima.

Volcán Laguna Corral (5720 m) 27° 10'07'' Sur y 68° 46'37'' Oeste. Estratovolcán argentino, zona Nevado Tres Cruces. Primer ascenso, en marzo de 2012, por Adrián Petrocelli, Guillermo Bianchi y Glauco Muratti, desde el sur. Su nombre se debe a una laguna emplazada en el fondo del cráter.

Cerro Chullo Bayo 5895 m 27° 08'14'' Sur y 68° 39'21'' Oeste. Fronterizo con Chile, en el cordón Los Arrieros. Primer ascenso, en marzo de 2012, por Adrian Petrocelli, Guillermo Bianchi, Fernando Arranz y Glauco Muratti, vía sursuroeste. Nombre debido a la cobertura de roca volcánica clara que tapiza la cima.

Vista hacia la vertiente oriental de los volcanes Huayco y Río Salado.
Foto Glauco Muratti. Vista ampliada


Volcán Dos Hermanas Este* (5650 m) 27° 32'35'' Sur y 68° 58'19'' Oeste. Volcán enteramente argentino, en la zona del Valle Ancho. Primer ascenso moderno, en diciembre de 2012, por Guillermo Bianchi y Glauco Muratti, desde el sur. Con restos ceremoniales, leña y pircas en la cima.

Volcán Huayco (6457 m) 27° 12'34'' Sur y 68° 34'28'' Oeste. Volcán dómico en territorio argentino, parte del cordón Ojos del Salado-Cazadero-Nacimientos. Primer Ascenso, en diciembre de 2012, por Guillermo Bianchi y Glauco Muratti, vía noroeste. Su nombre se debe a un derrame de lava viscosa en la cara norte.

Volcán Rio Salado (6255 m) 27° 14'11'' Sur y 68° 34'42'' Oeste. Estratovolcán desmantelado, en territorio argentino, parte del cordón Ojos del Salado-Cazadero-Nacimientos. Primer ascenso en diciembre de 2013, por Adrián Petrocelli, Glauco Muratti, vía noroeste. Su nombre se debe a la vista dominante que presenta desde el Río Salado.

Ojos del Salado, panorámica, cimas y líneas de ascenso.
Foto Glauco Muratti. Vista ampliada


Notas

Se ha intentando establecer reglas que definan una «montaña independiente» descartando cimas menores, cimas secundarias, antecimas, etc. Autores como John Biggar han propuesto (en su guía, The Andes) que sólo si entre la cima de una montaña y el collado más alto que la vincula a otra altura superior hay más de 400 m, aquel accidente topográfico sea considerado montaña.

Sin embargo, muchas veces ese tipo de pautas puramente aritméticas, y pretendidamente «objetivas», terminan siendo insatisfactorias hasta para quienes las aplican, surgiendo excepciones a la regla o nuevos criterios que inevitablemente son también cuestionados.

Parte del problema es soslayar las características geográficas de una montaña: no es lo mismo un cordón montañoso elevado sobre una falla, con escasa identación (desnivel entre cimas y collados) y decenas de kilómetros de largo (Nevado de Famatina, Nevado de Cachi, etc. en Argentina), que una cordillera profundamente erosionada por las glaciaciones que han delimitado nutridas y cercanas cumbres piramidales (Cordillera Blanca, en Perú), o aislados estratovolcanes como el Lanin o el Sajama.

La otra condición que no puede ignorarse es la relación de los humanos con esas alturas: ¿a qué se le ha dado nombre? ¿Qué se ha subido? ¿Que es lo que los hombres han signficado?

Pensamos que, sin descartar el uso de índices orométricos, una completa aproximación al tema debe comprender por lo menos las condiciones geográficas y humanas.

Vocabulario y abreviaturas

ATA es sigla de Asociación Tucumana de Andinismo.
Chullpa refiere aquí a torres funerarias, construidas por incas y aimaras.
Co. es abreviatura de cerro.
GRAM es sigla de Grupo Rosarino de Actividades de Montaña.
Pirca refiere aquí a pequeños muros de piedras, probables delimitaciones de sitio ceremonial.
IGN es sigla de Instituto Geográfico Nacional.
Vn. es abreviatura de volcán.

Andes. Perú. Cordillera de Huayhuash. P 5740 m o Jurau B. Cara oeste y arista norte. Primera ascensión por Pinto, Araiza y Burger

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En la cima Norte del Jurau B. Foto Beto Pinto


En la cordillera de Huayhuash
Por Beto Pinto Toledo

El día 7 de Julio de 2014 me dirigí con Daniel Araiza Chávez (mexicano) y William Alva (nuestro cocinero, peruano) desde la ciudad de Huaraz a la cordillera de Huayhuash. Acampamos en Cuartelhuain, a unos 4300 m. Al día siguiente caminamos tres horas para acampar junto a Carhuacocha, laguna a 4138 m. Un día después subimos con todo nuestro material hasta el campo morrena (ca. 5000 m) del nevado Yerupajá. Aquí nos esperaba el alpinista austriaco Florian Burger, que partió el 4 de julio y porteó el equipo como parte de su aclimatación.

El día 10 de julio entramos al glaciar entre los nevados Yerupajá (6617 m) y el Siulá (6344 m), e instalamos un campo base a unos 5300 m al pie de nuestro primer objetivo: el Yerupajá Grande por la cara sureste.

Al día siguiente salimos temprano a estudiar la ruta. Para esto nos dirigimos al punto más alto del plató, casi a 5600 m, desde donde observamos que las condiciones de nuestra posible ruta eran muy peligrosas con avalanchas demasiado grandes. Estudiamos entonces el aspecto glaciar del Siulá Grande, y también nos pareció poco estable.

Línea roja continua, ascenso desde el campamento de Carhuacocha hasta el Jurau B. Línea azul, aproximación al plató glaciar 5600 m entre los nevados Yerupajá y Siulá. Línea magenta, recorrido exploratorio hasta el collado (ca. 5500 m) entre el sureste del Yerupajá y la cima 5578 m al noreste del Siulá.
Vista aumentada.
Croquis general.
Porción de Cordillera Huayhuash (Perú), Alpenvereinskarte 0/3c 2008, por cortesía de Werner Beer, Sección Cartográfica del Österreichischer Alpenverein.


Por último teníamos información de que el Jurau B seguía virgen, pero toda su cara oeste parecía inestable, sólo un canal nos daba posibilidad de alcanzar su cima. Acordamos escalar ese canal y regresamos a nuestro campamento. El día 12 de julio, mientras descansábamos, una gran avalancha arrasó la ruta del Yerupajá que días atrás descartamos. Nuestras predicciones fueron acertadas, era como si la montaña nos invitara a salir de ella.


Probable primer ascenso a la cima Norte del P 5740 m o Jurau B 5727 m

Partimos hacia nuestro nuevo objetivo, el Jurau B, el día 13 de junio a las 12 de la noche. Por suerte conocíamos parte de la aproximación. Llegamos hasta el collado (ca. 5500 m) entre el sureste del Yerupajá y la cima 5578 m al noreste del Siulá Grande. Descendimos luego cruzando muchas grietas.

Finalmente, sobre las tres de la madrugada estábamos en la base de la cara oeste del Jurau B. En los canales de encima colgaban cornisas con forma de hongos de hielo hasta donde alcazaban las luces de nuestras linternas. Tomamos rápidamente la decisión de escalar. Superamos tramos de 60°, 70° y 90° en los primeros largos de cuerda, hasta que llegamos a un hongo helado que era como un techo y el único lugar por donde podíamos continuar. Lo escalamos, tenía 100°, era vertical.

Línea de ascenso de Pinto, Araiza y Burger en la cara oeste y arista norte del Jurau B (5727 m) o P 5740 m en la Alpenvereinskarte de 1939. Foto Beto Pinto.


Continuamos por pendientes de 60°, 70°, 80°, y 90° hasta justo debajo de la arista cimera. Los dos y últimos largos tenían muchos carámbanos sobre placas de nieve. Esta rara formación glaciar facilitaba la ascensión en algunos tramos, pero en el resto obligaba al primero de cuerda a un gran esfuerzo para evitar que cayera hielo a los compañeros. Era necesario desplazarse en sentido horizontal, después escalar directo y, en algunas partes, romper los carámbanos que impedían avanzar.

Alcanzamos la cima Norte cuando aparecía el sol. Continuamos hacia la cima principal por la arista norte. Su filo era finísimo, durante treinta metros, cuando llegaba a la base de un muro de hielo de casi veinte metros de alto. Este muro nos pareció muy peligroso por sus carámbanos colgantes. Aquí, sobre las 6:30 horas, terminó nuestro ascenso.

Había sido una escalada muy expuesta, con mucha placa de nieve, caída de roca, hongos de hielo y carámbanos. Tiene unos 300 m (por hielo y nieve), una dificultad general de TD, 60°-100° y la escalamos con dos cuerdas 8 mm x 60 m, ocho tornillos para hielo y seis estacas para nieve. Teníamos al frente los colosos Yerupaja y Siulá. Tomamos fotos rápidamente y descendimos.

Es probable que sea la primera ascensión a la que consideramos cima Norte del Jurau B y, por lo tanto, que podamos nombrar nuestra ruta «El inca, el cachaco y el azteca».

Beto Pinto avanza por la arista norte hacia un muro de hielo de casi 20 metros de alto, con carámbanos colgantes, próximo a la cumbre del Jurau B. Foto Florian Burger.



Descenso accidentado

Llegamos a la base de la pared a las diez de la mañana. Aún había por debajo una rampa de 40°. Pasarían unos 20 minutos mientras nos encordábamos, recogíamos la otra cuerda y empezábamos a destrepar. Entonces se rompió el puente de hielo donde estábamos, cayó llevándose a Daniel dentro de la grieta.

Me deslicé por la nieve sujetando la cuerda hasta que pude frenar a mi compañero. No tuvo heridas graves, sólo algunas magulladuras. Lo ayudamos a salir, porque su piolet quedó sepultado en esa grieta. Luego, bajamos directo a nuestro campo base.

El día 14 de julio cruzamos todo el agrietado glaciar y fuimos a Carhuacocha. Al otro día caminamos tres horas hasta Cuartelhuaín, desde donde viajamos cuatro horas en carro hasta Huaraz.


Fuentes de referencia
The Alpine Journal
The American Alpine Journal

Comunicaciones personles (c.p.) y agradecimientos
Werner Beer, director de la Sección Cartográfica del Österreichischer Alpenverein.

Asia. China. Sur del Tibet. Himalaya. Nyaiqentanglha Oeste. Exploraciones. Montañas vírgenes. Expedición otoño 2014. Tamotsu Nakamura

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Lago sagrado Puma Yunko (4980 m) con las caras norte del Gankhar Puensum 7570 m —considerado el pico inescalado más alto del mundo— (izquierda) y del Liankang Kangri 7535 m. Foto Tamotsu Nakamura 2014.


Tibet Sur y Nyaiqentanglha Oeste 2014
Por Tamotsu Nakamura

Entre el 11 de octubre y el 25 de octubre, Tsuyoshi Nagai (82), Tadao Shintani (70) y yo (79) condujimos 4500 km entre Bayizhen y Lhasa, así como al norte de Lhasa, para fotografiar varias de las montañas menos conocidas. Un cielo azul perfecto nos dio cálida bienvenida en todos los puntos clave durante este viaje a excepción de nuestro primer destino: la cordillera Goikarla Ryugu.

Nuestro plan original había sido explorar la poco frecuentada Goikarla Ryugu, que tiene varios picos velados de más de 6000 m y se extiende unos 250 km desde cerca de Lhasa hsta Bayizhen de la Prefectura de Nyinchi, entre la carretera Sichuan-Tibet (al norte) y el curso principal del Yarlung Tsangpo al sur. Para investigaciones eficientes utilizamos un Toyota Land Cruiser, sin acampar ni usar caravanas de caballos. El resultado, sin embargo, fue pobre. No veíamos los picos de 6000 m de la Goikarla Ryugu, los complejos valles y crestas obstaculizaban las vistas.



Nuestro segundo objetivo era acercarse lo más posible a la Línea fronteriza McMahon en el sur del Tibet. Sin embargo, pronto nos encontramos con otra dificultad: los chequeos, los frecuentes controles estrictos de los funcionarios de seguridad y de la policía. Todos los condados adyacentes a la frontera con Bután y la India están totalmente cerrados a los extranjeros.

No encontramos ningún extranjero en el camino. No obstante, conseguimos algunos resultados gracias a la habilidad de nuestro guía tibetano para rodear cuidadosamente los puestos de control. Tomamos fotografías del perfil completo de la cara este del Tarlha Ri (macizo de 6777 m) y de picos que van hacia el sur de la frontera con Bután, y de cada lado de la montaña sagrada Yalaxianbo y su macizo.

También tuvimos la suerte de llegar a un lago sagrado, "Puma Yumco" (4980 m), que ahora está cerrado a los extranjeros. Nos inspiró abrumadoramente un gran panorama del Kulha Kangri (7538 m, llamado también Kula Kangri) y las montañas que van hacia el suroeste de la frontera con Bután. Vislumbramos la cara norte del pico inescalado más alto del mundo, Gangkar Puensum (7570 m), al sur. La vista panorámica también incluyó la montaña prohibida Tongshangjiabu (7207 m) hacia el oeste, a lo largo de la frontera con Bután.

Además, con una excursión de dos días a la Nyainqentanglha Occidental (Nyanchen Tanghla Oeste), pasamos un día fotografiando el Qungmo Kangri (7048 m) y el día siguiente a la orilla norte del lago sagrado: "Nam tso" (4718 m). El lado norte nevado era impresionantemente hermoso y fascinante.

Nota Esta noticia también la publica en inglés AAJ, desde donde se puede descargar el informe Journey Autumn 2014–Photo Gallery

Andes. Argentina. Mendoza. Cordillera Real. Potrero Escondido. Cerro Albardón. Primera ascensión por Petrocelli y Muratti

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Vista norte-sur del sector oeste del Cordón del Potrero Escondido, desde las faldas (laderas) del Cerro Penitentes. Foto Glauco Muratti


Primer ascenso al Cerro Albardón 5112 m de cordillera Real mendocina1
Por Glauco Muratti

La quebrada Potrero Escondido es afluente de la quebrada del Río Blanco y del río Tupungato. La mayor parte de sus cimas es todavía virgen, tal vez por la morfología que impone el «relieve estructural».

El 20 de Noviembre de 2014, Adrián Petrocelli y Glauco Muratti del Grupo Rosarino de Actividades de Montaña realizamos el primer ascenso al Cerro Albardón del Potrero Escondido. El bautismo «Albardón»2 se debe al aspecto sur de la montaña, ubicada al extremo del espacio llamado «Cajón de los Diablos»; según las particulares formaciones rocosas en el filo sur del Cerro de 5007 m con nombre desconocido en la cartografía del Instituto Geográfico Militar.3

Partimos de Punta de Vacas y establecimos cuatro campamentos. Ni el clima ni el terreno estaban en buen estado. Los resaltes entre el segundo, tercer y cuatro campamento, son normalmente couloirs en embudos de avalancha y deben ser observados críticamente. Esta vez el «primer resalte» tenía una débil costra de hielo negro sobre cascadas de agua «entubadas» y un tramo de hielo con 50° de inclinación.4 El «tercer resalte» presentaba una débil costra de nieve descompuesta con inclinación de 45° sobre cascadas de agua también «entubadas». Debido a que transitamos con mochila ambos pasos hacia arriba y abajo, los aseguramos con el equipo disponible. El acceso a la cima, nieve inclinada 40°, no tenía dificultad.

Croquis extraído del capítulo VII del libro Los Hielos Olvidados.


Como era previsible no hallamos restos de ascensos anteriores, lo que corrobora que la expedición Española de 1965 no llegó tan al norte. Nuestro registro fotográfico en la cima, que hubiera sido valioso, quedó frustrado por un golpe que recibió la cámara al caer a una grieta formada entre la roca y el hielo. Debe recordarse que la expresión «primer ascenso» es sólo una presunción de buena fe.

Notas
1 Este sector de los Andes se divide en varios cordones paralelos, los de mayor altura son la Cordillera Frontal (mas moderna, al este) y la Cordillera Principal, del Límite, Occidental, Alta Cordillera o Cordillera Real. Fuente: SUÁREZ, Jorge Antonio, VIDELA, María Alejandrina. Mendoza andina. Precordillera-alta cordillera. Mendoza: Ed. Adalid, 1991, p. 18.
2 Albardón es una formación topográfica alargada que se eleva sobre el resto del terreno, muy común en las islas del río Paraná que tenemos frente a la ciudad de Rosario donde somos oriundos. En las frecuentes inundaciones el albardón es la parte mas respetada por las aguas, la última tierra de que dispone el "isleño" (habitante de las islas) y su hacienda para refugiarse. Nos pareció esa la forma de esta montaña, ubicada al cabo de un largo filo que contiene un alto valle.
3 Lo identifico como «Co. N/D IGM 5.007» en la foto de arriba.
4 El problema de estos tramos fuera de la pendiente moderada era el temor de que la costra que cubría el furioso torrente de agua cediera, y que la persona fuera arrastrada dentro de una tubería natural que volvía a ver la luz centenares de metros mas abajo.

Andes. Perú. Cuzco. Cordillera Urubamba. Capacsaya. Nueva vía de Gálvez, Urquizo y Riva

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Vía de Gálvez, Urquizo y Riva en el Nevado Capacsaya. Foto Jorge (Coqui) Gálvez.


Nevado Capacsaya (5060 m o 5044 m), Qhapaqsaya, Ccapacsaya, Huayurioq o Media Luna

El 30 de noviembre de 2013, los andinistas peruanos Jorge (Coqui) Gálvez Aramburu, Manuel Urquizo Cereceda y el francés Dominique Riva Roveda subieron por la quebrada llamada Joñayhuaiyo (cartografía oficial peruana) en dirección a la vertiente sur del nevado Pumahuanca de la cordillera Urubamba.

Pasaron por la aldea de Sutoc (ca. 3750 m), después por la laguna Manallocsec (4050 m) y remontaron con pesadas mochilas una morrena larga bastante empinada. Superada esta morrena se calzaron las botas para nieve y los crampones. Al cabo de diez horas de aproximación, instalaron un campamento cavando un hoyo en una pequeña repisa de nieve blanda al pie de la pared oriental de la cima Oeste.

El nevado Capacsaya en la Hoja 27-r del Instituto Geográfico Nacional del Perú.


Con la luz del día siguiente observarían que en esta pared de roca podrida caían piedras incluso de gran tamaño con demasiada frecuencia. Atravesarían entonces a la derecha (hacia el E), para situarse bajo la cara suroeste de la cima Este. Ascendieron primero por nieve blanda, profunda. Escalaron luego unos 100 metros por terreno mixto (60°) bastante suelto, pero bello, con pasajes aéreos y travesías. Llegaron a un sistema de repisas, y atravesaron a la derecha.

Continuaron por un precioso diedro rocoso de (25 m, 6c+ A1) con una buena fisura que a veces presentó dificultades para asegurarse. Cuatro largos (250 m) de escalada de IV grado los condujo después a la cima. Esta nueva vía tiene unos 450 m y dificultad general de 6c+ A1. Descendieron por la misma vía. Es probablemente la primera escalada propiamente dicha en las paredes del Capacsaya.

Las tres cimas (dos puntos junto a la cumbre) del nevado Capacsaya en la Hoja 27-r del Instituto Geográfico Nacional del Perú.


La primera ascensión al Ccpacsaya

La primera ascensión registrada al nevado es la de Malcolm Moore (USA) y John F. Ricker (Canadá) por el glaciar oeste y la cresta noroeste, el 29 de abril de 1970. Ricker comunicó después (AAJ 1970 p. 410) que la lectura de 16.600 pies (5060 m) en la cumbre les pareció demasiado baja.

El alpinista canadiense, estudioso del lenguaje quechua, escribió nevado Ccapacsaya, llamado también Huayurioq, y no encontró en la zona a nadie que usara el nombre «media Luna» anotado en los croquis cartográficos del alpinista italiano Mario Fantín. Gálvez piensa que quizá alcanzara distinta cima que Ricker y Moore.

Comunicaciones personales (p.c.) y agradecimientos
Jorge Gálvez Aramburu, Manuel Urquizo Cereceda, Toño Rodríguez Verdugo

Referencias
AAJ 1970 p. 410, 1973 p. 390, 2014 pp.198-199
FANTIN, Mario. Pioneri ed Epigoni italiani sulle vette di ogni continente. Italia: Commissione delle Publicazzioni del Club Alpino Italiano (CPCAI), 1975.
Le Ande. Italia : CPCAI, 1979.
Hoja 27-r del Instituto Geográfico Nacional (ING) del Perú.
Montañas Peruanas nº 59 pp. 25-26.

Andes. Argentina. Patagonia. Cerro Torre. Nuevo libro de Kelly Cordes

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El Cerro Torre de la Patagonia, considerado por muchos el pico más bello del mundo, atrae a los mejores y más devotos alpinistas técnicos con los retos de su escalada.

La controversia en torno a este pico coronado de hielo empieza cuando Cesare Maestri reclama la primera ascensión en 1959. Se desata entonces un debate, entre los escaladores de nivel mundial para intentar desandar este ascenso, pero sólo encuentran contradicciones.

Esta crónica de la arrogancia, el heroísmo, las controversias y los viajes épicos ofrece una visión de la condición humana, y por qué algunos persiguen esfuerzos extremos sin recompensa tangible.



La Torre: Una crónica de escalada y controversia en el Cerro Torre
por Kelly Cordes

En el ventoso extremo sur de Argentina, entre la inmensa capa de hielo y las llanuras de la Patagonia, se levanta una torre de 10,262 pies de hielo y roca llamada Cerro Torre. Considerada por muchos como la montaña más hermosa e irresistible del mundo, atrae a los mejores y más devotos alpinistas técnicos del mundo. Reinhold Messner, el mayor alpinista de la historia, lo calificó como «un grito convertido en piedra.»

La controversia en torno al Cerro Torre empezó en 1959, cuando el escalador italiano Cesare Maestri notificó que lo había escalado. Su compañero y único testigo, Toni Egger, había muerto en el descenso. Desde entonces, generaciones de escaladores de nivel mundial que intentaron repetir su ruta hallaron sólo contradicciones. En 1970, enfurecido por las dudas y obsesionado con demostrar su éxito, Maestri utilizó un compresor de aire con motor de gasolina para perforar la roca e introducir cientos de pernos en los flancos del Cerro Torre, espaciados para utilizarlos con estribos.

Su «Vía del Compresor» es una de las más controvertidas en el mundo de la escalada. En las siguientes décadas, se convirtió también en la vía más popular del cerro. En 2012, cuando dos jóvenes escaladores, con talento, e idealistas, Hayden Kennedy y Jason Kruk, eliminaron muchos de los pernos de Maestri, la polémica se desató de nuevo.

¿Qué papel debe jugar el material en los logros de los escaladores? ¿Quién tiene derecho a modificar una ruta o una montaña? ¿Cuál es el impacto de la historia sobre nuestra ética en las montañas? Y, lo más fundamental, ¿cuál es el sentido del alpinismo: la cima o la escalada? Esta crónica de la arrogancia, el heroísmo, las polémicas y los viajes épicos ofrece una visión de la condición humana, y por qué algunos persiguen esfuerzos extremos sin obtener valor nominal.

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Montañismo. Cima. Primera ascensión. Agravio comparativo

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Cumbre del Chopicalqui. Cordillera Blanca. Ancash. Perú. Foto Koky Castañeda, 2010


En recuerdo del concepto tradicional de «primera ascensión» compartido por
Hubert Adams Carter y Silvia Metzeltin Buscaini


Ascensiones sin cima o séptima tendencia en el alpinismo actual

No pretendo señalar aquí hasta qué punto la exigencia del éxito en la sociedad actual influye en el deterioro de los valores tradicionales del alpinismo, ni la cotización a la baja del valor «honestidad», ni por qué aumenta el hábito de disfrazar el fracaso, ni si el requisito de alcanzar o no una cima para poder reclamar una primera ascensión tiene que ver con la complacencia1 o con el radicalismo, ni la conveniencia de imponer reglas a quien socializa su actividad alpinista, ni quién tiene razón.

Mi objetivo es más bien mostrar el aspecto injusto de las modernas primeras ascensiones incompletas. He procurado extraer el menor número posible de ejemplos para destacar dos nociones distintas, de reputadas autoridades alpinistas,2 sobre «primera ascensión». He seleccionado: a) tres escaladas consideradas intentos porque llegaron a menos de 30 metros de una cima, b) una escalada que terminó a un largo de cuerda de una cima y fue concebida como «éxito» y c) cuatro reprobaciones indirectas a esto último.

El término primera ascensión es polisémico, se refiere tanto a la llegada a una cima virgen como a una nueva ruta en una montaña que ya había sido ascendida. Además, la noción de primera ascensión es cada vez más relativa a la mentalidad del alpinista. Es relativa porque el reconocimiento de primera ascensión requiere alcanzar una cima según la mentalidad tradicionalista, mientras que en la actualidad no parece requisito imprescindible alcanzarla.3 Sobre esto enumeré hace tiempo diez hábitos y tendencias, observadas al leer las «notas» de actividades publicadas en anuarios especializados. En la séptima anoté: «[...] ahora es frecuente considerar primeras ascensiones o "nuevas rutas", y nombrar como si fueran vías completas escaladas que antaño se hubieran considerado intentos porque terminaron antes de las cimas.»

Intentos y primeras ascensiones

El llamativo nevado llamado hoy Pucapunta o Puca Punta (5740 m) de la Cordillera Vilcanota es el Pachanta Peak mencionado por Craig Merrihue en su artículo «The Harvard Andean Expedition 1957» publicado en American Alpine Journal (AAJ) 1958:
Habíamos barajado la opción de realizar una travesía descendente de la cresta oeste del nevado Ccapana para luego ascender por la cresta este de la pirámide rocosa adjunta, llamada "Pico Pachanta". Pero una inspección más minuciosa nos reveló que la supuesta cresta era en realidad un acantilado vertical, lo que nos obligó a abandonar ese absurdo plan [...] Más adelante, durante el verano, volvimos otra vez al Pachanta. Cuatro de nosotros partimos hacia un reconocimiento, ya que no era obvia una ruta razonable. En la base de la pirámide, Wortis y Jarvis fueron a escudriñar la cara sur, mientras que Hooker y yo esperábamos encontrar una ruta hacia el collado pegado al Ccapana. Para nuestra sorpresa, en el camino hacia el collado, pudimos escalar ciertos trechos sobre una roca excelente, que luego se convertiría en una interesante escalada sobre hielo hasta la cumbre. El constante tallado de escalones y el aseguramiento, ralentizó la progresión de forma que eran las 4:30 cuando pudimos asomarnos a la otra vertiente. Rápidamente abandonamos la idea de pasar una poco atractiva noche allí y alcanzamos el collado con la luz justa para poder elegir una ruta rapelable de descenso que nos llevara por las pendientes de nieve y hielo, evitando por completo los sectores escalados sobre roca. Un lento pero constante descenso nos devolvió al campamento antes de la media noche.*
Así quedaría registrada la primera ascensión a la cima del Pachanta, al parecer por la cara estesureste y la arista noreste, mérito de la expedición de Caspar Cronk, William W. (Bill) Hooker, Steven Jervis, Craig Merrihue,** Earle R. Whipple y Michael Wortis.

Vertiente suroeste de los nevados Caracol, Concha de Caracol y Pachanta (Puca Punta), de izquierda a derecha. Cordillera Vilcanota. Cuzco. Perú. Sevi Bohórquez, 2009.


Tres años después de la expedición norteamericana llegó a la cordillera la expedición del Club Alpin Française, de la cual Bernard Amy4 notificaría con claridad en AAJ 1971 p. 412:
Mme Badier, Berquet, Choquet y yo realizamos la primera ascensión de la cresta sureste del Pachanta (5727 metros o 18789 pies) el 19 de julio, una muy bella pero difícil escalada de 2600 pies verticales. Una violenta tormenta eléctrica nos detuvo a un fácil largo de cuerda de la cima.
Esta sincera aclaración de Amy sería transformada por Evelio Echevarría en nota discordante sobre tal «first ascent», y a su vez concordante con la mentalidad tradicional de la época, en AAJ 1973 p. 393:
(Observación: Este grupo no alcanzó realmente la cima, teniendo que detenerse'… a un fácil largo de cuerda de la cima...” debido a una tormenta).
Amy se atribuía desde su punto de vista, de manera clara, sin eufemismos,5 una primera ascensión. Al fin y al cabo la cima del Pachanta ya había sido alcanzada por otros. Sin embargo, esa primera ascensión de la arista sureste era inadmisible en el AAJ dirigido entonces por Adams Carter.6 Así la discreta nota de Echevarría compartía conceptos del minucioso editor norteamericano, cuyas opiniones elogiaría Silvia Metzeltini7 en su artículo publicado por AAJ 1988:
A medida que la escalada evoluciona, surgen, cada vez más, cuestiones éticas en el mundo del montañismo […] Adams Carter y Charles Houston debatieron, valiente y enfáticamente, algunos de estos aspectos, en el American Alpine Journal de 1987.
El recomendable artículo «To the Very Summit», de Metzeltin, termina con un enunciado tan lapidario como molesto para algunas mentalidades condicionadas por la noción de éxito que promueve la sociedad actual:
Para simplificar la difícil tarea de los historiadores del montañismo, propongo una drástica sugerencia: todas aquellas ascensiones donde la verdadera cima no se hubiera alcanzado son simplemente intentos, independientemente de la dificultad técnica que hubieran tenido.
Por lo dicho,8 resulta entonces normal que, en la página 398 del mismo AAJ 1971, el neozelandés Hugh D. Wilson no considere primera ascensión su escalada con James Jolly que llegó a unos 30 metros9 de la cima del Pukarashta Este (ca. 5550 m Ricker) en la Cordillera Blanca:10
Jolly y Wilson intentaron también el innominado pico virgen entre el Pucahirca y el Pucarashta pero, debido a la falta de tiempo, tuvieron que regresar cuando se encontraban a 100 pies [ca. 30 m] de la cima.
Esta escalada neozelandesa con estilo alpino también sería considerada «intento» por el riguroso John F. Ricker,11 no la mencionaría en su magnífica guía Yuraq Janka (editada en 1977), otorgaría la primera ascensión a William Katra (USA), Michael G. Andrews y James Milne (Nueva Zelanda) que alcanzaron la cima por la arista oeste el 15 de julio de 1974 y dieron al pico el nombre «Mushoq Shipash».

La expedición vasca que escaló en 1975 la cara SE del Pucahirca Central (6014 m) llegó por su arista SO cerca de la cima, sin obtener el reconocimiento de primera ascensión o nueva ruta; véase croquis. La cima había sido alcanzada en 1961 por los italianos Dionisi, Marchese, Ghigo y Fecchio. Antes lo habían intentado Lambert y Kogan (de la expedición suiza de 1958), y Calegari, Rossetti, Farina y Poloni de la expedición italiana de 1960. Foto J.A. Emilio Hernando, 1975.


Intentos actuales, menos notables que el de Wilson y Jolly, suelen atribuirse los méritos y privilegios propios de una primera ascensión por diversas razones e intereses.12 Visto así, dicho tipo de atribuciones revela un claro agravio comparativo para las honestas tentativas, candidatas al olvido, que merecen una compensación justa aunque esto entrañe soluciones difíciles.

Aparte de quién tenga razón acerca del requisito de la cima, al otorgar por ejemplo al grupo de Bernard Amy su reclamada primera ascensión de la arista sureste al Pachanta, ¿sería lícito reivindicar como primera ascensión la vía inconclusa de Hugh Wilson y James Jolly al Pukarashta Este? En caso afirmativo, habría que otorgar el mismo mérito a quienes retrocedieron a pocos metros de una cima. Y entonces deberíamos enfrentarnos al problema de indagar, reescribir o corregir buena parte de la historia documentada del alpinismo.

Notas
* La traducción inglés-español de las citas es de Antonio (Toño) Rodríguez Verdugo.
** Craig murió con Dan Doody en 1965 al caer del Mount Washington. Henry Kendall, que escribió la necrológica de Craig, murió buceando en Florida.
1) Cierto día pregunté al editor de una publicación periódica alpinística por qué admitía como vía nueva o primera ascensión lo que antes se consideraba intento. Me respondió: «Si consideramos intento una escalada incompleta muchos escaladores dejarán de informarnos sobre sus actividades.»
2) Porque el requisito de alcanzar cimas para reclamar primeras ascensiones debería relacionarse con los conceptos individuales, y no sólo con la ignorancia.
3) Cosa distinta es que en el ámbito de la escalada propiamente dicha, como simple faceta del alpinismo, se considere irrelevante por ejemplo pisar la cumbre de El Capitán tras escalar sus paredes por una ruta nueva.
4) Bernard Amy (Beirut, Líbano, 1940–), alpinista de nacionalidad francesa, ingeniero e investigador en ciencias cognitivas. Es coautor de un libro de investigación científica (publicado en 1988) y autor de ocho libros sobre alpinismo publicados entre 1972 y 2012. Participó en la expedición de Marsella de 1968 al pilar este del Fitz Roy, en Patagonia. En 1969, organizó una expedición al Cilo Dag del Kurdistán. Luego fue a Estados Unidos y Perú. En Canadá escaló con Patrick Cordier y Joel Coqueugniot la Lotus Flower (segunda ascensión) y estuvo con Cordier en la primera ascensión al Rooster Comb en el macizo del McKinley. Participó en una expedición al Gurja Himal, en el macizo del Dhaulagiri. Regresó a Perú en 1973 e intentó escalar la arista oriental del Huantsán. En 1974 fue al Hoggar (Argelia) y al Hindu Kush (Pakistán), donde ascendió al Tirich Oeste III. En 1975 abrió la vía directa en la cara sur del Kétil, de Groenlandia.
5) Algunos eufemismos actuales para disfrazar de éxito una tentativa son: ruta parcial, ruta hasta la arista, ruta hasta debajo de los seracs de la arista, ruta hasta el final de la pared, ruta hasta la línea de nieve, ruta hasta enlazar con otra, etc.
6) Hubert Adams (Ad) Carter (June 6, 1914–April 1, 1995), alpinista estadounidense, profesor de idiomas, fue editor del American Alpine Journal durante 35 años. Con cinco años de edad ascendió al Monte Washington 1917 m. Se graduó en la Academia Milton de Massachusetts en 1932 y en la Universidad de Harvard en 1936. En 1934 participó con Bradford Washburn en los primeras ascensiones al Monte Quincy Adams (4150 m) y al Monte Crillon (3879 m) en Alaska. En 1936 fue miembro de la expedición británico-estadounidense que consiguió la primera ascensión al Nanda Devi (7816 m) en la India. Véase AAJ 1996 pp. 369-373. Carter consideraba intento cualquier escalada andina que no alcanzaba una cima. Rechazaba una pretendida nueva ruta que ascendiera a escasos metros de otra en una pendiente de hielo, nieve o terreno mixto. Sólo consideraba cima las elevaciones a partir de 100 metros por encima de los collados que la rodearan.
7) Silvia Metzeltin Buscaini (Lugano, 1938–) Profesora de la Universidad de la Insubria, Varese, Italia. Empezó a escalar con catorce años en Ticino, cantón suizo. Compartiría la pasión por el montañismo y muchas primeras ascensiones con su marido Gino Buscaini (falleció en 2002), en los Alpes, los Dolomitas, el Himalaya (Zanskar y Garhwal), los Estados Unidos y, sobre todo, en los Andes patagónicos. Estudió geología en la Universidad de Milán, trabajó como asistente en el Instituto de Geología y se doctoró. Colaboró como periodista independiente en la Radiotelevisión suiza de habla italiana. Es coautora de bastantes libros y películas, y desde 1984 autora de artículos y de libros. Entre estos destaca la preciosa obra Patagonia, Terra magica per viaggiatori e alpinisti. Milano: dall’Oglio, 1987, editada en italiano, alemán, francés, español y actualizada en italiano por ed. Corbaccio en 1998. Su libro más reciente, El macizo del San Lorenzo, fue publicado en 2005.
8) Con el significado del párrafo anterior —obsoleto para muchos escaladores modernos— aún comulgan Alpinistas como Mark Richey, que me respondió acerca de la importancia de alcanzar la cima: «Somos alpinistas, escalamos montañas, no las rodeamos». Alex Huber me contestó con otra pregunta y una afirmación: «Si alguien escala por terreno virgen hasta la arista de un ocho mil, llega a 300 m de la cima y baja por la vertiente opuesta, ¿es una ruta nueva? Para mí sí». Después añadió: «En mi caso, si me quedara a pocos metros de una cima volvería para conseguirla.»
9) En las páginas 400 y 401 del mismo volumen hay otra escalada que terminó a 30 metros de la cima del Yerupajá Chico (El Toro, 6089 m): «Attempt on El Toro, Cordillera Huayhuash. An English expedition led by Joe Brown [...] made a valiant attempt on El Toro* (20,082 feet) but failed to climb the last 100 feet.»
10) Resulta clara la importancia de la cima en casos de coleccionismo. Parece obvio que quien aspira al mérito de ser primero en «conquistar» los catorce ochomiles, las siete cumbres de los seis continentes, etc. debe alcanzar la cota más alta de cada montaña. Recuérdese la disputa entre Edurne Pasabán y Oh Eun-Sun por el reconocimiento público de ser la primera mujer en alcanzar las catorce cumbres de la Tierra. Tenemos registrado en el Canadian Alpine Journal 1979 pp. 25-29 otro ejemplo de honestidad alpinista: el 19 de julio de 1978 Joe Bajan, Paul McEwan y Ralph Hutchinson llegaron a cinco metros de la cima del Champará Norte 5350 m de la Cordillera Blanca, lo consideraron intento, no reclamaron la primera ascensión y, por esto, no figura en las guías publicadas después.
11) Ricker omitió en su guía la mayoría de escaladas incompletas (intentos) en la Cordillera Blanca.
12) A veces se argumenta que los intentos son primeras ascensiones porque incluso algunas federaciones ha premiado actividades relacionadas directamente con escaladas inconclusas.

Post data
16 de enero 2015. Relativo al tema, léase «History and "new route concept" discussion» de Rolando Garibotti

Andes. Perú. Cuzco. Cordillera Vilcanota. Pachanta o Puca Punta. Nueva vía de Heald, Crispín y Ryan

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Salvo enmienda contraria, encontramos el registro de la segunda y tercera ascensión hasta la «very summit» del Pachanta en The American Alpine Journal (AAJ) 1981 p 228: «On June 6 Igor Radovič, Zdenko Žagar and Milan Savelli climbed the southwest face of Pachanta (5727 meters, 18,789 feet) and from June 7 to 9 Kolar and Mihev made the first ascent of its very difficult south face.»

Nathan Heald (US), Luis Crispín (Perú) y Tom Ryan (U.S.) consiguieron por nueva ruta el cuarto ascenso, el 1 de junio de 2013. Escalaron, desde el nevado Caracol, la arista noroeste del nevado Pachanta (Puca Punta) hasta que el primero llegó a tocar con su mano la aguda e inestable cima de la cordillera Vilcanota.



Nevado Caracol (5619 m Hauser, 5625 m Heald), Concha de Caracol (5630 m Hauser, 5640 m Heald), Pucapunta (Puca Punta) o Pachanta (5727 m Hauser, 5740 m Heald), travesía hasta la cima*

Nathan Glenn Heald, Thomas Ryan y Luis Crispín Quispe estaban aclimatados. Habían recorrido con sus clientes el clásico trekking alrededor del nevado Ausangate (Awsanqati o Auzangate) y ascendido al nevado Jampa (Campa), desde el 23 al 29 de mayo. Los dos norteamericanos durmieron el día 30 en casa del peruano Luis Crispín, en la comunidad de Pacchanta. Los tres partieron un día después y acamparon a unos 4900 m antes y debajo del paso del Jampa o Campa, en el valle que forman este nevado y el cordal montañoso que une el Caracol con el Pachanta o Pucapunta.

A la una de la madrugada siguiente salieron hacia el Caracol, escalaron su lado sur y en cuatro horas alcanzaron su cima por la arista noroeste. Siguieron hacia la Concha del Caracol. Aquí descansaron 10 minutos. Eran las seis cuando Heald y Crispín continuaron por el lado norte de la cresta noroeste del Puca Punta, cuya cima (de 5740 m en el GPS de Heald) tocaron a las diez de la mañana.


La ruta

Para entrar a la cara sur del Caracol —en realidad por el lado este de un espolón rocoso— superaron unos 15 metros de hielo duro (inclinados a 80°), seguidos de nieve blanda (empinada a 45°-55°) donde se hundieron hasta la rodilla. Al llegar a la arista oeste del Caracol encontraron una rimaya cuya grieta cruzaron casi sin dificultad; con un paso largo accedieron a la pendiente opuesta. Más arriba, para alcanzar la cima de este nevado superaron un pasaje de 30 metros de hielo y nieve dura con 80° de inclinación.

En la travesía hasta el collado entre la Concha de Caracol y el Puca Punta ascendieron por nieve de 45° a 55° de pendiente, expuesta, pero sin exigencias técnicas. En el último tramo, expuesto siempre, con pendiente de 70° a 80° ascendieron por nieve dura de buena calidad. Remontaron algunas cornisas con pasajes cortos, de unos tres metros verticales sobre hielo/nieve dura. En la arista se mantuvieron en el lado norte (izquierdo), pues las cornisas colgaban hacia el vacío en el lado sur. La cresta noroeste del Puca Punta o Pachanta tiene unos 200 m, y la vía una dificultad general de AI3, TD.

Heald y Crispín junto a la cima del Pachanta o Pucapunta. Foto Tom Rayan



El descenso

Destreparon por la misma vía hasta llegar al muro de 15 metros de 80° de hielo duro de la cara sur del Caracol, y rapelaron. Llegaron al campamento a las 17:30 horas, lo desmontaron y tras caminar dos horas en la oscuridad llegaron a la aldea de Pachanta. Durmieron en la casa de Adán Crispín, hermano de Luis. El 2 de Junio regresaron en coche a Cusco.

En las imágenes del vídeo tomado por Rayan (alojado en Youtube) parece que Heald y Crispín hubieran terminado su escalada a casi un largo de la cima. No es así. Heald explica en AAJ 2014 p. 201: «Algunas secciones eran verticales, casi no hablamos mientras cruzábamos con delicadeza las cornisas que colgaban hacia la cara oeste. Cuando nos acercábamos a lo más alto vi que la cima era sólo una gran bandera de hielo en equilibrio, del tamaño de un coche. Era demasiado peligroso ponerse de pie sobre ella, por esto toqué su punta con mi mano.»

Notas
* La alturas sobre el nivel del mar estimadas por el GPS de Heald difieren de las cotas del croquis cartográfico adjunto al libro de Günter Hauser, Ihr Herren Berge, publicado en 1957.

Comunicaciones personales (c.p.) y agradecimientos
Nathan Heald

Andes. Perú. Cuzco. Cordillera Urubamba. Nevado Sahuasiray. Nueva vía de Heald

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Vertiente suroeste del Nevado Sahuasiray. A la izquierda el Huacrahuilki. Cordillera Urubamba. Cuzco. Perú. Foto Nathan Heald

Nathan Heald abrió una vía en la cara SO del Nevado Sahuasiray. El día 10 de abril de 2014 alcanzó la cumbre, de 5721 m, 5777 m y 5818 m en las publicaciones que consultó. Se supone que es la cima más alta de la Cordillera Urubamba.
Heald sólo encontró registrados, en The American Alpine Journal (AAJ), un ascenso y un intento al Sahuasiray. La primera ascensión está entre las páginas 217-218 del volumen de 1964. Fue por una expedición italiana, que empezó por ascender al Nevado Terijuay del extremo norte de la Cordillera Urubamba. La expedición trasladó el campo base a la vertiente oriental del Sahuasiray, de fácil acceso desde un cercano paso de la carretera Calca-Lares que entonces no existía. El 21 de junio de 1963, Guido Machetto, Franco Riva, Bruno Taiana, Antonio Zappa, Giuseppe Calogero, Carlo Pivano, el Dr. Giancarlo Bortolani y Fulvio Ratto (jefe de expedición) ascendieron a las dos cimas del Sahuasiray, netamente separadas y con diferencia de 50 metros en sus alturas. Una caída de rocas mató a Pivano mientras descendía.

Una nota en la página 173 del AAJ de 1972 informa que Robin Hildrew, John Turner, Paul Krebs, David Winser, Beryl Griffiths y Bruce Grierson (de la Sociedad Andina inglesa) intentaron escalar la arista suroeste. Al parecer no llegaron lejos.

Aparte de ambos registros encontró otro del ascenso de Piero Ghiglione, con el porteador peruano Fortunato Mautino, a un «Sahuasiray» (ca. 5200 m) «al noreste de Calca», el 12 de junio de 1959. Heald cree que se trata de otro Sahuasiray, con menor altura que el de su reciente ascenso en la cordillera Urubamba.

En noviembre del 2013 Heald fue a Calca para encontrarse con su amigo Erich Nordt, que vive en esta población, al pie del macizo de los nevados Sahuasiray y Pitusiray. Fueron a la quebrada Cancha Cancha para explorar, querían ver las posibilidades de escalar la cara SO del Sahuasiray. Acamparon al lado izquierdo (norte) de la morena grande que baja de esa cara. Llovió mucho, regresaron a casa. No pudieron ver la montaña, oculta entre las nubes, aunque descubrieron un acceso mejor a dicha cara por el lado sur de la morena.

Nueva ruta y posible segunda ascensión al Sahuasiray

El 8 de abril de 2014 Heald viajó con su amigo Eduardo Baca desde Cusco, en «transporte colectivo», para reunirse con Nordt en Calca. Desde aquí fueron los tres en taxi hasta el pueblo de Huarán, poblado a 2900 m. Contrataron al arriero local Alejandro para subir el equipaje, con burros, por la quebrada. Llegaron a la comunidad campesina de Cancha Cancha (4000 m) al cabo de tres horas y media. Aquí el presidente de la comunidad dijo al arriero: «tal vez les pase como al chileno hace dos años». Se refería al turista perdido durante un trekking y hallado muerto en un barranco. Heald le contestó: «soy alpinista con bastante experiencia, mis amigos son guías y vamos a subir a la cumbre del nevado». El presidente respondió que «nadie había hecho algo así», y no permitió que los burros continuaran.

Los tres andinistas, con demasiado peso a la espalda, tardaron dos horas horas hasta la pampa (4600 m) donde acamparon; al lado derecho (sur) de la morena que baja de la cara SO. Al otro día continuaron por unos espolones de roca que llegan a una arista oeste secundaria de la arista suroeste. Con travesías fáciles y expuestas llegaron a un canal de unos 35 metros, de tercer grado; pero con mochilas pesadas resultó expuesto. Sólo encontraron cierta dificultad (V/V+) en un pasaje rocoso de cuatro metros. Llegaron después a la nieve, encima de la arista. La siguieron durante media hora por pendientes de 45° hasta que acamparon sobre ella, a unos 5300 m. Heald excavó una cueva en la nieve para pernoctar, sus compañeros dormirían en una carpa. Antes de acostarse debían averiguar cómo bajar por el precipicio de un espolón al anfiteatro glaciar de la cara SO. Tardaron una hora en localizar debajo del campamento una entrada por roca (fácil, de III+/IV grado) que permitía bajar al glaciar con un rápel de casi 30 metros.

Cara suroeste del Nevado Sahuasiray. Ruta de Heald por el glaciar y la arista oeste a la cima principal. Foto Nathan Heald


A medianoche del 10 de abril, Heald fue a la carpa para hervir agua. Baca tenía cierta ansiedad, temía continuar la ascensión. Nordt, contagiado por ese desánimo, partió dos horas después con Heald, lo acompañaría sólo hasta la meseta del glaciar porque a principios de temporada suele haber grietas tapadas por la nieve. Rapelaron los 30 metros rocosos. Dejaron la cuerda fija para facilitar el regreso. Heald abrió camino en la nieve, hundido hasta la rodilla. Tras sortear varias grietas por terreno poco empinado, llegaron sobre las 5:30 horas a 5500 m, bajo las cimas norte y sur. El resto del ascenso requería más técnica. Nordt esperaría en el glaciar, su compañero le dejó la cuerda y las estacas de aluminio para avanzar ligero. La cumbre del Sahuasiray es 50 metros más alta que la cima sur. La cara SO de la cima principal, la norte, con forma triangular, tiene al lado derecho la arista sur y al izquierdo la arista oeste. Heald eligió esta última, atravesó a la izquierda de la cara. Cruzó luego un puente de nieve sobre una grieta que abarcaba toda la base del triángulo.

Por encima de la grieta, escaló temeroso un largo y medio de nieve bastante suelta con inclinación de 70° a 80°. Llegó a los bloques colgantes de la arista y atravesó a la izquierda para cruzarla. Volvió al lado norte de la arista, su nieve dura ofrecía mejores condiciones para progesar. Escaló en la arista dos largos de nieve expuestos, con 70°, y tras varios pasos por roca pisó la cumbre; «una plataforma de roca de casi cuatro metros cuadrados entre dos deditos de nieve que parecía un cono [cucurucho] de helado». Eran las 7:24 horas, y el paisaje espectacular. Sin su GPS, tenía la incógnita sobre la altura más correcta de las tres que recibía la cumbre: 5721 m, 5777 m o 5818 m. Miró hacia el Nevado Verónica (5682 m),1 en cuya cumbre había medido tiempo atrás con su GPS 5911 m y ahora le parecía más alta que la del Sahuasiray. Desayunó «un snack», tomó fotos, destrepó por su misma huella hasta donde Nordt le esperaba. Ambos subieron después por la cuerda fija. Cuando llegaron al campamento, donde Baca esperaba, Heald comprobó que había tardado una hora y media desde la cumbre. A continuación bajaron los tres con sus pesadas mochilas hasta Huarán. Llegaron cansados, a las 19:00 horas. Nordt regresó a Calca, y sus compañeros tomaron un autobús que llegó a Cusco a las ocho y media de la tarde.

Notas
1)Huacrahuilki es, según John F. Ricker, el nombre local del nombrado después arbitrariamente Nevado Verónica; también llamado Wakaywillque.

Comunicaciones personales (c.p.) y agradecimientos
Nathan Heald

Andes. Patagonia. Argentina. Chile. Exploración e investigación. Macizo del San Lorenzo. Libro de Silvia Metzeltin

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La Fondazione Giovanni Angelini-Centro Studi sulla Montagna publicó en el año 2004, en lengua española, el libro de Silvia Metzeltin Buscaini, Andes patagónicos australes. El macizo del San Lorenzo.

Se trata de una monografía que combina investigación con método académico, sentido humanístico y pasión alpinística.

Entre otros conocimientos, geológicos e históricos, registra intentos y ascensiones a las cimas del macizo montañoso del Cerro San Lorenzo (3706 m), que se eleva fronterizo entre Argentina y Chile al norte de los Andes patagónicos australes.

Esta obra es fruto de la «búsqueda de una Patagonia auténtica» que la famosa andinista, geóloga, profesora, periodista, compartía desde 1980 con su esposo, Gino Buscaini, que «se fue para el silencio en 2002, antes de poder finalizar el proyecto». Es una invitación a «contemplar los cerros más allá del desafío de conquista.»

Índice general de contenidos
Prólogo
Las exploraciones
Rocas y glaciares
Montañismo
Bibliografía
Abreviaturas en el texto
Cerros y portezuelos mencionados con nombre [índice alfabético]
Ilustraciones y fotografías [pies y créditos]
Appendice italiana
Tapa rústica, 14,5 cm x 21 cm, 80 páginas, un mapa de localización del San Lorenzo en el Cono Sur (color, doble página), nueve croquis cartográficos, 11 gráficos (que señalan cada cima), 25 fotos internas en blanco y negro y dos externas en color.


Otros libros de la autora

METZELTIN, Silvia. In tanta malora patagonica. Tierras de olvido. Milano: Fondazione Giovanni Angelini, 2013, 17 cm x 24 cm, 128 pág. ISBN 978-88-86106-41-5

Andes. Argentina. Chile. Macizo de la Sierra Nevada. Cumbre Limítrofe. Cumbre Este. Indagaciones cartográficas de Almaraz y Namur

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El macizo de la Sierra Nevada, escribe Guillermo Almaraz, es un complejo volcánico entre los 26°29' de latitud Sur y 68°34' de longitud Oeste. Pertenece a la cordillera volcánica que limita al oeste con la Puna, y está al este de la cordillera Claudio Gay. En los 250 km2 del macizo hay ocho cumbres, seis o siete de ellas con más de 6000 metros, y múltiples centros eruptivos de diversos tamaños.

El límite internacional entre Argentina (Catamarca) y Chile (Región de Atacama) pasa por una de sus cumbres, la Limítrofe, que ciertos informes llaman «Toro» porque está al este de las termas del mismo nombre.


Las cumbres Limítrofe y Este de Sierra Nevada de Catamarca

Con objeto de proponer una lista precisa y definitiva de las cimas andinas con altura igual o superior a los 6000 m, Guillermo Almaraz y Eduardo Namur empezaron a trabajar en el año 2013 con la cartografía oficial de los países andinos y, también, con nuevos mapas procesados a partir de datos obtenidos por interferometría diferencial.

Cuando estudiaban detenidamente el caso de Sierra Nevada —Sierra Nevada de Lagunas Bravas, en la cartografía chilena— observaron que el punto culminante del macizo no era la cima de 6127 m por donde pasa el límite fronterizo Argentina–Chile, sino otra de 6141 m situada 2,74 km al este y dentro del territorio argentino.

Localización de las cumbres Limítrofe (6127 m) y Este (6141 m) en la hoja cartográfica Lagunas Bravas E 1:50.000 del IGM de Chile.


Almaraz y Namur recogieron más datos durante los meses siguientes, tanto en los institutos geográficos de Argentina y Chile como en la Comisión de Límites Internacionales. Cuanta información antigua recabaron seguía indicando la supremacía de dicha cima de la línea fronteriza, salvo en documentos como la hoja «Lagunas Bravas» E 1:50.000 del Instituto Geográfico Militar (IGM) de Chile. Esta hoja acota con precisión los 6141 m de la que llamaron Cumbre Este, frente a los 6127 m de la Cumbre Limítrofe.1

La posición geográfica de la Cumbre Este, punto culminante real del macizo Sierra Nevada, está en las coordenadas 26°29'27.0"S / 68°33'35.3"O.2 Es un punto claramente distinto al de la Cumbre Limítrofe (26° 29' 20.82'' S / 68° 33' 8.95'' O), alcanzado el 12 de diciembre del 2000 por los norteamericanos Robert Ayers, Tony Brake, Paul Doherty y Paul Morgan. Ayers indicó distinta altura de la cumbre (6155 m), no encontró en ella vestigios de ascensos previos, tampoco en las publicaciones, y consideró que podría ser la primera ascensión a la montaña. La expedición dirigida por el español José Martínez Hernández consiguió la segunda ascensión quince meses después.

El esfuerzo indagador de los andinistas argentinos descubría, pues, «el último seismil virgen de los Andes» y concluyeron que «éticamente era necesario subir hasta el punto más alto para lograr el primer ascenso.» Véase el relato de Almaraz en la web del Centro Cultural Argentino de Montaña.

Notas
1) Las alturas 6127 m y 6141 m están registradas en la cartografía chilena de 1985 y en el mapa esquemático «región Ojos del Salado» del libro Chile andinista de Evelio Echevarría, autor que considera ambas montañas entre las ocho que componen la Sierra Nevada de Lagunas Bravas y registra con el nombre Cerro Lagunas Bravas la de 6127 m.
2) Son las coordenadas promediadas con mediciones de tres aparatos GPS por Almaraz y sus compañeros el 5 de noviembre de 2014 a las 16:00 h, cuando alcanzaron la cumbre y obtuvieron una altura de 6160 m.

Referencias
ALMARAZ, Guillermo. El Sierra Nevada, el último 6000 de los Andes. En www.culturademontania.com.ar
BIGGAR, John. The Andes: A Guide for Climbers. Kirkcudbrightshire (Escocia): Andes Publishing, 1996, p. 118.
Desnivel.com 16 de enero de 2015. Descubren y ascienden un 'nuevo' seismil en los Andes argentinos
ECHEVARRÍA, Evelio. Chile andinista. Su historia. Santiago de Chile: Autoedic. 1999, p. 111.
MARTÍNEZ HERNÁNDEZ, José. Trekkings y ascensiones por las montañas del mundo. 2ª edc. Madrid: Desnivel, 2006.
The American Alpine Journal 2002, p. 328; 2006, p. 258.
Los 6.000 de Chile. Rutas de ascenso a las cumbre sobre 6000 metros. Chile: Banco de Chile, [¿2006?]
Carta regular E 1:50.000 «Lagunas Bravas» C-057 3ª edc. Chile: Instituto Geográfico Militar, 2013.

Comunicaciones personales (c.p.) y agradecimientos
Guillermo Almaraz, José Martínez Hernández

Andes. Argentina. Patagonia. Cerro Torre. Cesare Maestri. Completando el puzzle. Investigaciones de Rolando Garibotti.

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Durante las últimas cuatro décadas, el ascenso de 1959 al Cerro Torre reclamado por Cesare Maestri con Toni Egger ha sido desacreditado ampliamente. Abundante evidencia ha demostrado que alcanzaron un punto máximo a sólo una cuarta parte del recorrido, a 300 metros, cerca del llamado «nevero triangular».

Lo que ha permanecido como misterio es dónde estuvieron en realidad ambos alpinistas (apoyados por Cesarino Fava) durante los seis días que, según Maestri, duró el ascenso y retorno en que Toni Egger desapareció.

Maestri fue, sin duda, un escalador fenomenal y un pensador independiente, un vanguardista que merece respeto por sus contribuciones. Sin embargo, esto no debe impedir el examen de sus afirmaciones sobre el Cerro Torre. Al analizarlas tratamos de establecer los hechos relacionados con la primera ascensión de una de las montañas más conocidas del mundo.

Continúa en el texto original, fuente de la foto de Tony Egger: Completing the Puzzle. New facts about the claimed ascent of Cerro Torre in 1959, by Rolando Garibotti, with help from Kelly Cordes, 2/2/2015.

Comunicaciones personales (c.p.) y agradecimientos
Rolando Garibotti



Andes. Argentina. Patagonia. Cerro Torre. Cara norte. Nueva vía de Haley y Leclerc

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Pataclimb.com ha notificado que Colin Haley y Marc-André Leclerc acaban de abrir en la cara norte del Cerro Torre la «Directa de la mentira», variante de la vía «El arca de los vientos», hasta la cima.

La cordada norteamericana había completado antes su «Travesía del Oso Buda».

Desnivel.com lo amplía en español con el título Primera integral de la cara norte.

Comunicaciones personales (c.p.) y agradecimientos
Rolando Garibotti

España. Aragón. Huesca. Escalada. Apertura de vías. Equipamiento. Manifiesto y recogida de firmas.

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El manifiesto de un grupo de escaladores recoge firmas «con la voluntad de intentar resolver el problema de la convivencia de estilos [de escalada] en la pared de una manera global, sin centrarse en hechos aislados acaecidos en algunas paredes.»

Es la llamada al consenso de los practicantes de las distintas modalidades de escalada a través de una iniciativa prometedora, frente a la destrucción del patrimonio de vías clásicas.

Firma el manifiesto en change.org

Véase además
Desnivel.com Escaladores del Manifiesto - Lunes, 16 de Febrero de 2015.
España. Aragón. Huesca. Mallos de Riglos. La Visera. Vía Directa. Equipamiento y restauración. Parte I

Andes. Orografía. Demarcación

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La orografía de la cordillera de los Andes
Por Evelio Echevarría

Introducción

El nombre «Cordillera de los Andes» comprende todo el sistema de las altas montañas de Sudamérica, la cordillera más larga del planeta. Algunas partes componentes de la Cordillera de los Andes a veces reciben también el nombre de «cordillera», lo que se presta a confusión.

Deberá recordarse que una cadena local o regional con tal denominación puede ser parte de otra mayor. Por ejemplo, la Cordillera Pichcahuajra es la parte central de la mayor Cordillera Yauyos del Perú, la que a su vez pertenece a la gran Cordillera de los Andes.

El termino «sierra» se usa principalmente en los macizos de Colombia y Venezuela. Por ejemplo, Sierra Nevada de Mérida, Venezuela. Otro término sudamericano muy regional para designar una corrida de picachos es «cordón». Por ejemplo, Cordón de los Halcones, Chile central.

Algunas acepciones españolas de los tiempos de la Colonia se usan cada vez menos: «cadena», «cordal», «filo» y «macizo». El termino «grupo», usado arbitrariamente por alpinistas, no figura en los mapas oficiales sudamericanos. La acepción «nudo», al parecer, todavía se utiliza en la región altiplánica del sureste del Perú.

En raras ocasiones puede haber una denominación puramente política y no orográfica, como la de la Cordillera Central de Colombia, que al entrar en el Ecuador pasa a ser llamada Cordillera Occidental del Ecuador.


América del Sur y los Andes. Fuente NASA


Sistemas orográficos andinos

La presente lista de los diferentes sistemas orográficos que forman la Cordillera de los Andes sigue una dirección de norte a sur y por países. Cada sistema está numerado e identificado con su presente nombre, ya el oficial o el más conocido y aceptado dentro de cada país y cada región. Cada sistema figura con el nombre o nombres adicionales (entre paréntesis) que se le conocen o que se usen a veces.

Andes de Venezuela

Sierra Nevada de Mérida
Sierra de la Culata (Sierra del Norte)
Sierra de Santo Domingo (Sierra del Sur)

Andes de Colombia

Sierra Nevada de Santa Marta
Cordillera Central
Sierra Nevada de Cocuy (Sierra Nevada de Güican, Sierra Nevada de Chita)
Sierra de Nievecita (Nievecitas del Cielo)
Páramo de Sumapaz (Nevado de Sumapaz)
Nota. Estas tres últimas regiones (3, 4 y 5) pertenecen a la Cordillera Oriental de Colombia. A veces la Sierra de Nievecita figura en mapas como extremo norte de la Sierra Nevada de Cocuy. El nombre «páramo» significa ‘bofedal o desierto de altura’, pero el Páramo de Sumapaz contiene unos 30-40 picachos sobre 4000 m, muchos sin cartografiar.
Andes del Ecuador

Cordillera Occidental
Cordillera Central

Andes del Perú

Cordillera Huaylillas (Alto Chicama, Quiruvilca)
Nota: Es posible que el Nevado Pelagatos (4930 m) pase a ser la elevación máxima de la región, si no se confirma la altura del Cerro Huaylillas, que rara vez figura en mapas.
Cordillera Pacra (Cordillera de Conchucos, Cordillera Rosco (Rosko), Cordillera Norte, Cordillera Acuán)
Cordillera Blanca
Cordillera Chaupijanca (Cordillera Huallanca)
Cordillera Huayhuash
Cordillera Millpo (Milpo)
Cordillera Raura
Cordillera Jatún Chácua
Cordillera Central (Cordillera de la Viuda para la zona al norte del río Rímac, y Cordillera Cascacocha para la zona al sur del mismo río)
Cordillera Huaytapallana
Nota. No está claro si el macizo al sur, llamado Huaytapallana Caru, es parte de la Cordillera Huaytapallana o forma un sistema independiente.
Cordillera Huarochirí (Cordillera Pariacacca, Nevados de Cochas, Cordillera Central)
Cordillera Yauyos
Cordillera Yauricocha
Nota. El nombre de esta cordillera no es oficial ni esta confirmado por el uso. Está situada a unos 20 kms al sureste de la Cordillera Yauyos, separada de ésta por el río Cañete. El eje del macizo, que recibe su nombre de los centros mineros de Yauricocha, está en las coordenadas de 12°30'S y 76°40'O.
Cordillera Chonta
Cordillera Oriental
Cordillera Huanzo
Cordillera Chila
Cordillera Ampato
Cordillera Occidental (Cordillera Volcánica)
Nevados de Condoroma
Nevados de Pomasi
Nota. El único mapa que ha registrado los nombres Nevados de Pomasi y Nevados de Condoroma es el Millionth Map (‘mapa al millonésimo’), hoja «Puno-Río Beni» de la American Geographical Society, Nueva York, 1927.
Cordillera Vilcabamba
Cordillera Urubamba
Cordillera Vilcanota
Cordillera Carabaya
Cordillera Aricoma
Cordillera Apolobamba
Nota. Perú comparte esta cordillera con Bolivia y las cumbres mayores están en la frontera política. Algunas expediciones han señalado al Nevado Chaupi Orco Norte, con 6100 m, como su elevación máxima.

Andes de Bolivia

Cordillera Apolobamba
Nota. La misma información de la nota de la Cordillera Apolobamba, Andes del Perú.
Cordillera Ayancuma (Cordillera de Muñecas, Morocullu, Chucchu)
Cordillera Real
Cordillera Quimsa Cruz (Cordillera de Tres Cruces)
Cordillera Santa Vera Cruz
Cordillera de Potosí
Nota. El nombre de esta cordillera es puramente geográfico. Por tradición local y regional, los habitantes llaman Cari Cari a la mitad norte y Andacaba, a la mitad sur. Están separadas ambas partes por la planicie de Molino Pampa.
Cordillera de los Frailes
Cordillera Azonaques (Cordillera Azanaque)
Cordillera de Cocapata (Cordillera del Tunari)
Cordillera Occidental
Cordillera Chichas (Cordillera Nor Chichas-Cochas)
Cordillera Lípez (Cordillera de Sud Lípez)

Andes de Chile
Andes del Norte (Puna)
Cordillera Central
Andes del Sur (Cordillera del Sur)
Andes Patagónicos
Tierra del Fuego (Andes Fueguinos)
Nota. Dentro de Chile, el nombre de «Andes Australes» comprende tanto los Andes Patagónicos como la Tierra del Fuego.

Andes de Argentina
Andes del Norte (Andes del Noroeste Argentino -NOA-, Puna)
Cordillera Central
Cordillera del Sur (Andes del Sur)
Andes Patagónicos
Tierra del Fuego (Andes Fueguinos)
Nota. En las ciudades sur bolivianas de Villazón y Tarija se reconoce una Cordillera de Santa Victoria, que se comparte con la Argentina andina del norte. Las escasas referencias sobre esta cordillera boliviana-argentina describen un Cerro Campanario (¿5050 m?), año 1903, y mucho más recientemente un Cerro Fraile (4960 m) como cota máxima.

Conclusión

En la presente colaboración usé como principal y primero de cada sistema el nombre que según mis investigaciones y experiencia personal era el más conocido, tanto dentro de cada país, de cada región y también de andinistas. Se trata de una nomenclatura práctica y funcional. No tengo preferencias sentimentales al respecto. El haber viajado y ascendido montañas por más de 40 años, desde el Caribe al Paine de la Patagonia y el haber trabajado en crónicas y estadísticas de ascensiones andinas me ha ayudado a preparar esta colaboración.

Sin embargo, aún queda por dilucidarse la separación y límites definitivos de varios sistemas andinos, como el macizo Huaytapallana Caru (Perú), Chichas y Lípez (Bolivia), y Santa Victoria (Bolivia-Argentina). Y mientras no se establezcan los límites de la Cordillera de los Frailes (Bolivia), no habrá seguridad de que el Cerro Cusiño sea la elevación máxima de la misma.

Andes. Orografía. Cordilleras. Demarcación. Parte II

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América del Sur y los Andes. Fuente NASA


Sistemas orográficos andinos con sus principales cumbres
Por Evelio Echevarría (Véase introducción en Parte I)

La presente lista de los diferentes sistemas orográficos que forman la Cordillera de los Andes sigue una dirección de norte a sur y por países. Cada sistema está numerado e identificado con su presente nombre, ya el oficial o el más conocido y aceptado dentro de cada país y cada región. Cada sistema figura con el nombre o nombres adicionales (entre paréntesis) que se le conocen o que se usen a veces, y debajo el nombre y la altura de la elevación máxima del sistema.

Andes de Venezuela

Sierra Nevada de Mérida
   — Pico Bolívar, 5002 m
Sierra de la Culata (Sierra del Norte)
   — Pico Piedras Blancas, 4762 m
Sierra de Santo Domingo (Sierra del Sur)
   — Pico Mucuñuque, 4672 m

Andes de Colombia

Sierra Nevada de Santa Marta
   — Pico Simón Bolívar, 5775 m
Cordillera Central
   — Pico Mayor del Huila, 5360 m
Sierra Nevada de Cocuy (Sierra Nevada de Güican, Sierra Nevada de Chita)
   — Pico Alto Ritacuba, 5464 m
Sierra de Nievecita (Nievecitas del Cielo)
   — Nievecitas del Cielo
Páramo de Sumapaz (Nevado de Sumapaz)
   — Pico El Nevado, ¿4320 m?
Nota. Estas tres últimas regiones (3, 4 y 5) pertenecen a la Cordillera Oriental de Colombia. A veces la Sierra de Nievecita figura en mapas como extremo norte de la Sierra Nevada de Cocuy. El nombre «páramo» significa ‘bofedal o desierto de altura’, pero el Páramo de Sumapaz contiene unos 30-40 picachos sobre 4000 m, muchos sin cartografiar.
Andes del Ecuador

Cordillera Occidental
   — Chimborazo, 6310 o 6266 m
Cordillera Central
   — Volcán Cotopaxi, 5897 m

Andes del Perú

Cordillera Huaylillas (Alto Chicama, Quiruvilca)
   — Cerro Huaylillas, 4947 m
Nota: Es posible que el Nevado Pelagatos (4930 m) pase a ser la elevación máxima de la región, si no se confirma la altura del Cerro Huaylillas, que rara vez figura en mapas.
Cordillera Pacra (Cordillera de Conchucos, Cordillera Rosco (Rosko), Cordillera Norte, Cordillera Acuán)
   — Nevado Acuán, Pacra o Rosco Grande, 5118 m
Cordillera Blanca
   — Nevado Huascarán Sur, 6768 m
Cordillera Negra
   — Cerro Rocarre, 5187 m
Cordillera Chaupijanca (Cordillera Huallanca)
   — Nevado Pampash o Huamán Huequi, 5338 m
Cordillera Huayhuash
   — Nevado Yerupajá o Yarupajá, 6632 m
Cordillera Millpo (Milpo)
   — Nevado Millpo, 5421 m
Cordillera Raura
   — Nevado Santa Rosa, 5706 m
Cordillera Jatún Chácua
   — Nevado Chácua Grande, ¿5350 m?
Cordillera Central (Cordillera de la Viuda para la zona al norte del río Rímac, y Cordillera Cascacocha para la zona al sur del mismo río)
   — Nevado Rajuntay o Raujunte, 5477 m
Cordillera Huaytapallana
   — Nevado Huaytapallana o Lasontay, 5572 m
Nota. No está claro si el macizo al sur, llamado Huaytapallana Caru, es parte de la Cordillera Huaytapallana o forma un sistema independiente.
Cordillera Huarochirí (Cordillera Pariacacca, Nevados de Cochas, Cordillera Central)
   — Nevado Tullujuto, 5751 m
Cordillera Yauyos
   — Nevado Ticlla o Cotoní, 5817 m
Cordillera Yauricocha
   — Nevado Tanraniyoc, 5431 m
Nota. El nombre de esta cordillera no es oficial ni esta confirmado por el uso. Está situada a unos 20 kms al sureste de la Cordillera Yauyos, separada de ésta por el río Cañete. El eje del macizo, que recibe su nombre de los centros mineros de Yauricocha, está en las coordenadas de 12°30'S y 76°40'O.
Cordillera Chonta
   — Nevado Citac, 5328 m
Cordillera Oriental
   — Nevado Huagoruncho, 5723 m
Cordillera Huanzo
   — Cerro Chancoaña, 5494 m
Cordillera Chila
   — Nevado de Chila, 5651 m
Cordillera Ampato
   — Nevado Coropuna o El Toro, 6425 m
Cordillera Occidental (Cordillera Volcánica)
   — Nevado Chachani, 6052 m
Nevados de Condoroma
   — Nevado de Luli, 5271 m
Nevados de Pomasi
   — Cerro Minapunta o Yanahuara ¿5461m?
Nota. El único mapa que ha registrado los nombres Nevados de Pomasi y Nevados de Condoroma es el Millionth Map (‘mapa al millonésimo’), hoja «Puno-Río Beni» de la American Geographical Society, Nueva York, 1927.
Cordillera Vilcabamba
   — Nevado Salcantay, 6271 m
Cordillera Urubamba
   — Nevado Huacrahuilki, Verónica o Padre Eterno, 5897 m
Cordillera Vilcanota
   — Nevado Asuancati o Ausangate, 6372 m
Cordillera Carabaya
   — Nevado Allín Capac, 5748 m
Cordillera Aricoma
   — Nevado Aricoma Grande, 5300 m o Nevado Jalahuana, 5300 m
Cordillera Apolobamba    — Nevado Chaupi Orco, 6044 m
Nota. Perú comparte esta cordillera con Bolivia y las cumbres mayores están en la frontera política. Algunas expediciones han señalado al Nevado Chaupi Orco Norte, con 6100 m, como su elevación máxima.

Andes de Bolivia

Cordillera Apolobamba
   — Nevado Chaupi Orco, 6044 m
Nota. La misma información de la nota de la Cordillera Apolobamba, Andes del Perú.
Cordillera Ayancuma (Cordillera de Muñecas, Morocullu, Chucchu)
   — Cerro Chucchu, 5237 m
Cordillera Real
   — Nevado Ancohuma, 6427 m
Cordillera Quimsa Cruz (Cordillera de Tres Cruces)
   — Nevado Jacha Cunocollo, ¿5820 m?
Cordillera Santa Vera Cruz
   — Nevado Cunocollo o Cerro Santa Vera Cruz, 5560 m
Cordillera de Potosí
   — Cerro Cunurana, 5056 m
Nota. El nombre de esta cordillera es puramente geográfico. Por tradición local y regional, los habitantes llaman Cari Cari a la mitad norte y Andacaba, a la mitad sur. Están separadas ambas partes por la planicie de Molino Pampa.
Cordillera de los Frailes
   — Cerro Cusiño, ¿5450 m?
Cordillera Azonaques (Cordillera Azanaque)
   — Cerro Azonaque, 5021 m
Cordillera de Cocapata (Cordillera del Tunari)
   — Cerro Pirhuata, 5060 m
Cordillera Occidental
   — Nevado Sajama, 6520 o 6542 m
Cordillera Chichas (Cordillera Nor Chichas-Cochas)
   — Cerro Chorolque, ¿5614m?
Cordillera Lípez (Cordillera de Sud Lípez)
   — Cerro Uturuncu, 6008 m

Andes de Chile
Andes del Norte (Puna)
   — Nevado Ojos del Salado, 6893 m
Cordillera Central
   — Cerro Tupungato, 6570 m
Andes del Sur (Cordillera del Sur)
   — Cerro Campanario, 3949 m
Andes Patagónicos
   — Cerro San Valentín, 3910 m
Tierra del Fuego (Andes Fueguinos)
   — Cerro Darwin, 2469 m
Nota. Dentro de Chile, el nombre de «Andes Australes» comprende tanto los Andes Patagónicos como la Tierra del Fuego.
Andes de Argentina
Andes del Norte (Andes del Noroeste Argentino -NOA-, Puna)
   — Nevado de Pissis, 6884 m o Nevado Ojos del Salado, 6893 m si esta altura oficial chilena se acepta.
Cordillera Central
   — Cerro Aconcagua, 6960 m
Cordillera del Sur (Andes del Sur)
   — Nevado Domuyo, 4660 m
Andes Patagónicos
   — Cerro San Valentín, 3910 m
Tierra del Fuego (Andes Fueguinos)
   — Cerro Piedrabuena, 1650 m
Nota. En las ciudades sur bolivianas de Villazón y Tarija se reconoce una Cordillera de Santa Victoria, que se comparte con la Argentina andina del norte. Las escasas referencias sobre esta cordillera boliviana-argentina describen un Cerro Campanario (¿5050 m?), año 1903, y mucho más recientemente un Cerro Fraile (4960 m) como cota máxima.

Conclusión

En la presente colaboración usé como principal y primero de cada sistema el nombre que según mis investigaciones y experiencia personal era el más conocido, tanto dentro de cada país, de cada región y también de andinistas. Se trata de una nomenclatura práctica y funcional. No tengo preferencias sentimentales al respecto. El haber viajado y ascendido montañas por más de 40 años, desde el Caribe al Paine de la Patagonia y el haber trabajado en crónicas y estadísticas de ascensiones andinas me ha ayudado a preparar esta colaboración.

Sin embargo, aún queda por dilucidarse la separación y límites definitivos de varios sistemas andinos, como el macizo Huaytapallana Caru (Perú), Chichas y Lípez (Bolivia), y Santa Victoria (Bolivia-Argentina). Y mientras no se establezcan los límites de la Cordillera de los Frailes (Bolivia), no habrá seguridad de que el Cerro Cusiño sea la elevación máxima de la misma.

Andes. Seimiles. Lista inconclusa de +6000 m. Parte I

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«Emprendí la labor de compilar una lista de todas las cumbres andinas que fueran superiores a 6000 metros, indicando la fecha de ascensión y el nombre de sus primeros vencedores. Esta lista representa un sector de la historia del andinismo, por ende espero podrá resultar de alguna utilidad.» Viktor Otrowski, Polonia (1905–1992)


OTROWSKI, Viktor. Más alto que los cóndores. Buenos Aires, Argentina: Albatros, 1954.


La lista inconclusa de seismiles (+6000) andinos
Por Guillermo Almaraz

La mítica cota 6000 m en los Andes es la vara que señala lo más alto del resto de las montañas. Cruzar esa línea implica transitar la gran altitud. Cada año más andinistas buscan conocer qué hay por encima de esa cota.

Clasificar una cordillera ha sido siempre una cuestión controvertida, y una lista tan amplia de los +6000 —abreviatura de seismiles o cumbres andinas de 6000 metros o más— aún despierta polémica.

Los primeros que abordaron el tema, sumando las cumbres en una reducida lista, fueron los alpinistas polacos que desarrollaron una gran campaña en los Andes en los años 1934 y 1937. En la segunda edición (1954) de Más alto que los Cóndores, su autor, Viktor Otrowski, reunió, de acuerdo con la cartografía oficial, las montañas superiores a 6000 metros.

Unos años después, otro andinista polaco, Witold H. Paryski, enumeró los +6500 basándose en un trabajo mayor que reunía todos los seismiles en la revista Taternik.1

El sueco Anders Bolinder, un pionero en los Andes y en las crónicas andinas, publicó en 12 páginas del anuario suizo Mountain World de 1966/67 un trabajo bastante exhaustivo —con un prefacio de Witold Paryski— acerca de los Andes y sus cimas más altas.2

Huascarán Norte 6654 m (izquierda) y Huascarán Sur 6768 m, vertiente occidental.
¿Es una montaña con dos cumbres? ¿Son dos montañas? En el extremo derecho destaca la cima 6432 m (6410 m), en la arista sureste. Cordillera Blanca. Perú.
Foto Ignacio Ferrando Marguelí 1996


En Chile, al otro lado de la cordillera, el primer sudamericano que afrontó (y aún afronta) seria y metódicamente el tema fue Evelio Echevarría; máximo conocedor y recopilador de la historia del andinismo. Sus publicaciones en la Revista Andina y las listas incluidas en el American Alpine Journal (AAJ) de 1963 y 1973 fueron los primeros y más precisos trabajos que agruparon a las cimas andinas.3

En Argentina, Alfredo Brignone, director de la revista La Montaña, enumeró a partir de su nº 11 (1968) las Montañas Argentinas; lógicamente empezando por los seismiles. El trabajo se basaba en las cartas del Instituto Geográfico Militar (IGM) y los datos de Evelio Echeverría. Fue la lista pionera del país, y dio lugar a otras que se completarían en el futuro con los seismiles del resto de los países andinos.4

Mientras el norteamericano Johan Reinhard se centraba en los +6500 (en 1990),5 al igual que el canadiense Gregory Horne (en 1993),6 el escocés John Biggar comenzó a compilar desde 1995 la lista definitiva de seismiles7 teniendo en cuenta la cartografía oficial de los países involucrados, pero sumando el «reascenso» como variable. Reascenso significa en este caso que `un seismil sin al menos 400 metros desde el collado más alto que lo une a la montaña vecina queda fuera de la lista´. Con los mapas vigentes en el año 1996, la lista incluyó un total de 99 montañas.

Continuará en Parte II

Fuentes de consulta
1) PARYSKI, Witold Henryk. Taternik, nº 6, 1947, y 1956, nº 3-4, 1947.
2) BOLINDER, Anders. The exploration of the southern Puna de Atacama. Mountain World, 1967. Tiene versión en alemán. Die erschliessung der südlichen Puna de Atacama. Berge der Welt, 1966/67. Zürich: Schweizerische stiftung für alpine forschungen. 1967, pp. 213-225.
3) ECHEVARRÍA, Evelio. A Survey Andean of Ascents. American Alpine Journal (AAJ). New York: American Alpine Club. 1962, pp. 155-192; 1963, pp. 425-452
— A Survey of Andean Ascents: 1961-1970; AAJ 1973, pp. 341-402.
Revista Andina. Santiago de Chile: Club Alemán Andino. Abundantes datos en distintos números.
4) BRIGNONE, Alfredo J. Montañas Argentinas. La Montaña, nº 11, 1968, pp. 40-41. Revista de la Federación Argentina de Montañismo y afines.
5) REINHARD, Johann. Heights of interest. South American Explorer Club Journal, n° 26, 1990.
6) HORNE, Gregory. Central Andes. High adventure from start to finish. Climbing, nº 12, 1987.
7) BIGGAR, John. The High Andes. A guide for climbers. Kirkcudbrightshire, Scotland: Andes, 1996.
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